Saturday, 4 December 2010

Avilés


I love going home once in a blue moon, long enough to taste it, brief enough to miss it. Stay at my old house, in my old bed room, hearing all the old familiar noises... the fridge at sleep-time, the morning cars outside the window, the microwave's bell when breakfast is ready, mmmm....
When I go, I buy cigarettes, long,fancy slims, to feel like a Countess. I walk the whole town in less than 30 minutes, and it's exciting cause I know i might find a friend in every corner. Even if I don't... streets seem to smile at me, old women look at me like I've been out of town :P
Then it gets dark and together with some friends we drink the present away. For one night it feels like we're all back there.

(Sigh)

Yes, I'm corny... but how I love going home once in a blue moon.

Friday, 26 November 2010

Rant.


Sometimes it's not enough, I don't feel good.
It's like a stab in a heart that isn't mine.
I wonder, and wonder, and wonder...
but things don't look any clearer.
Wether I choose this or that, won't change the course of things.
Faraway land has always done it for me...only for a while.
Things always get back on track, and I lose it again.
I wonder if being a stone would make things easier, people nicer and myself healthier.
Yeah, being an object. No harm, no goodness, no up or down...just stillness.
Maybe a wheel in a mill (excuse me if it rhymes... I don't like that).
something that moves always in the same way and for the same reason, without drastic changes or any at all.
Something mechanic, clearly, utterly boring.
that's what I wanna be.
I don't wanna be affected in anyway by anything.
MOTIONLESS. LIFELESS.
Geee, it sounds like I wanna commit suicide, but it's not that. I'm not that intense.
Just wanna exist in a different way/space, where I can't BE in the human sense of being.


It's a shame that I'm a Steppenwolf.

Thursday, 4 November 2010


Me sudaban las manos.
No pude dormir ninguna de las 2 noches anteriores.
Granos, picores, nervios y ojeras.
Un cuadro ,vamos.
Me hicieron esperar un rato y pensé que iba a morir,
a desvanecerme en la nada sin que nadie se diese cuenta.
Por el camino de vuelta pensé que me habían quitado 10 años de vida en un plumazo...
y mientras me comía la chocolatina, recuerdo que pensé:
'Uno puede ser lo que quiera en la vida, si está dispuesto a pagar el precio'

Sunday, 31 October 2010

Saturday, 23 October 2010

una cosa rosa para un día gris de 2007


A veces dan las 3 de la mañana y lloro. Son días normales, no especialmente malos o buenos, días de rutina, pero llegan las 3 y me pongo triste. Empieza con una piscina de recuerdos, de cosas que ya no son, de sensaciones en la memoria de algo que fue enorme y ahora es un grano de arena. La respiración se me acelera y me empieza a doler la nariz, además se me encoge el Corazón, y se hace un poco más pequeño cada vez, y más duro. Es que bueno... antes mi Corazón antes era como una sandía cubierta de plumas. Rojo, fresco y fuerte aunque blandito, pero muy bonito. A la gente le gustó siempre mucho, solían venir a decirme lo bonito que era.
Y empezaron a pedirme trozos prestados... Decían que me los iban a devolver, cortaban pedacitos con un cuchillo y se los llevaban. Cogían trozos grandes y más pequeños, según el espacio que tuvieran en casa. Alguno hubo que se lo quiso llevar entero y por poco no me lo devuelve.
A mi no me importaba dejarlo.
Estaba orgullosa de que todos quisieran tener un Corazón como el mío. Hasta que un día empezó a haber problemas. Algunos trozos volvían rotos, o con remiendos, otros con mordiscos y otros llenos de sal. Partes nunca volvieron. Yo trataba de recomponerlo lo mejor posible, para poder seguir prestándolo a otras personas. Pero llego un momento en que mi Corazon estaba roto por todos lados, y remendado, y me escocia de la sal; de la sandía quedaban solo pepitas y corteza y las plumas estaban mohínas de la lluvia. ¡Con lo bonito que era antes! Mi Corazón se volvió feo de repente, y pequeño y piojoso. Ya casi nadie se acercaba a verlo, y los que lo hacían salían decepcionados.
Esto me puso muy triste, y así empecé a llorar todas las noches a las 3 de la mañana.

Un día decidí que tenia que hacer algo para arreglarlo. Se me ocurrió, que si lo metía en una caja negra de hojalata , quedaría a salvo de prestamistas ingratos y la gente volvería a estar deseosa de verlo, por aquello del misterio. Así lo hice. Me busqué una caja de acero, la pinte de negro y le puse un candado, metí dentro mi Corazón y cerré con llave. Al poco comenzaron a amontonarse los curiosos alrededor de mi caja negra. Me alegré. Volví a sentir que tenia algo bonito que enseñar, pero me daba vergüenza abrirla, porque entonces todos verían mi Corazón remendado. Paso el tiempo y la gente empezó a impacientarse, y a decir que querían verlo. Yo, hinchada de orgullo estaba a punto de ceder cuando que me di cuenta de que…
había perdido la llave.
La busque por todas partes y no la encontré. Me desesperé y volví a mis agonías nocturnas, pero esta vez con RABIA.

Ha pasado mucho tiempo desde aquello. Un niño descalzo y muy sucio se ha colado dentro de la caja y se lleva trozos a escondidas de vez en cuando. Es pequeñajo, y miserable. Pero para él, mi Corazón mohoso es un auténtico Tesoro. Yo tengo miedo. Tengo miedo de que un día se lo lleve todo y se vaya lejos. Y me deje a mi vacía y sola.
Pero cuando pienso así me doy cuenta, de que el Corazón se pudre de todas maneras…..como la sandía. Así que mejor que alguien venga y lo robe mientras está fresco.